Mis poemas

MIEDO

Quiero decirte que...
pero no,
máscara soy que pinta sonrisas,
palabras náufragas del viento los suspiros,
herido el vano sueño vierta brillante lágrima.
Único anhelo confesarte que...
pero no,
amordazado, torturado, marcado con el silencio de cobardía
que se hace más fuerte por el terror de perderte, miedo,
angustia.
Te diré que...
pero no,
esa sonrisa tuya permanecerá alegre en la ignorancia,
tus bellos ojos conservarán su preciada inocencia.
No,
no puedo hacerlo,
no debo.
No voy a decirte que...
Te quiero.


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Poema  con el que gané el concurso: "Homenaje a un poeta". Esta edición está dedicada a Jose Manuel Caballero Bonald.



SIENTE EL SENTIR

Por la garganta sube la angustia
y quiere salir como el rugido de un león
deja en la sangre la pena
por todo el cuerpo la empuja el corazón.
Los labios la aprisionan
hieren en garras de desesperación
el silencio lleva la melodía
y las lágrimas el recuerdo de una voz.
Viene a socorrerla la tristeza
robando del alma la ilusión
la noche se hace oscura ,eterna
el arrepentimiento golpea con gritos de perdón.
Sola y pérdida anda la esperanza
le cierra el camino la confusión
la impotencia abre y desgarra
al cuerpo lo recorre un temblor.
La luz última se apaga
se impone fácilmente la desolación
violentamente expulsadas las lágrimas
pero vivo en mis labios, aún un susurro de amor.


                                              
Competición lírica

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A tan solo dos palabras
Dos palabras
que llegan desde el corazón 
y que expiran en mi boca cuando llegas,
siente por tu voz temblar mi cuerpo,
mi conciencia, cegada es por la luz de tus ojos.

Dos palabras
me separan de coger tus manos
de acariciar tu rostro, con ternura, despacio.
Se estremece mi alma cuando, cerca, llego a oír tu aliento.
Desfallezco cuando te pienso, y riéndote, por mi espalda te encuentro.

Dos palabras
puedo ver como nuestras almas se abrazan,
besándose tus ojos, y los míos...
más ¡Ay! el terror me enmudece
y las dos palabras, olvidadas y tristes, muy tristes, se desvanecen en mis labios.

Dos palabras
que vuelven a renacer, con más fuerza, cuando lloras o ríes
cuando hablas o callas, cuando respiras; cuando existes
te miro a los ojos, el silencio se abre paso, te grita
desgarrándose
desangrándose
aullando...
Dos palabras.